Lugares de la resistencia antifranquista en la ciudad de Valencia (1968-1975). Una etnografía de espacios de la memoria /Lucila Aragó Carrión
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En esta comunicación presento una investigación sobre los espacios y las rutas de la resistencia durante el tardofranquismo en la ciudad de Valencia. Con el término resistencia me refiero al colectivo de personas que se organizaron clandestinamente para actuar contra la dictadura, que resistieron a la represión y el miedo, que se arriesgaron practicando nuevos comportamientos y modos de vida opuestos a los hegemónicos.
El objeto de estudio de la investigación es la espacialización de la memoria de personas pertenecientes a esa resistencia antifranquista. Esto es, situar los recuerdos, el pasado rememorado en el espacio vivido, un espacio social que construyeron en su día y que se reconstruye de nuevo, se resignifica, al evocar desde el presente las experiencias allí vividas.
Entre las herramientas utilizadas junto a los relatos, las entrevistas y la consulta de fuentes documentales, destaco la etnografía del andar, conversar y sentir en el espacio. La antropología sensorial me ha aportado elementos de gran utilidad para (re)descubrir los espacios y las rutas vividas en la época seleccionada que va desde 1968 hasta 1975.
Con las entrevistas y paseos realizados con personas pertenecientes a distintas organizaciones del arco antifranquista he construido mapas “sensoriales” que ayudan a pensar las rutas de la resistencia y a aproximarnos a aquella ciudad que vivieron, que ahora reconocemos o a veces intuimos. He localizado los espacios en los que se produjeron hechos significativos de su formación y militancia clandestina, acciones en las que participaron, distintas expresiones de su lucha contra la dictadura, he situado esos lugares en la topografía urbana, intentando “observar” cómo era la ciudad.
Con todo ello propongo esbozar un mapa de las prácticas de la resistencia antifranquista en la ciudad de Valencia, útil para visibilizar un patrimonio oculto, que en algunos casos podríamos calificar de “incómodo”, un patrimonio que a veces duele pero que es parte de nuestro espacio público. También a través de esta peculiar cartografía se pueden descubrir distintas rutas que nos pueden conducir por el denso y variado entramado de la resistencia antifranquista.